Lo de PSOE es un verdadero espectáculo circense: los de Cataluña dicen una cosa (por supuesta en contra de todos), los de Extremadura dicen la contraria, los gallegos se suben y se bajan los pantalones (ante el BNG), y ya no digamos los vascos, aún más por libre. Cada quien es cada quien, como dice la canción, y tiene su propio discurso. Y ZP ¿qué opina de todo esto? Pues parece que esta en las Batuecas (las salmantinas) lo que no sabemos es si con Caldera o solo.

El discurso del caos, del que cada uno haga lo que le venga en gana, lo que vale en un sitio es denostado en otro, lo que en otro es odiado vale para el mío. ¡Horrible! Y luego sale a la tele el que faltaba el “picha” Alfonso claro esta el Guerra, y alucino con su discurso nunca se me había pasado por la imaginación que tendría alguna coincidencia con él. Y el caso es que habla con cierto sentido.

La Constitución es la norma sustentadora de nuestra Nación y por ende de nuestro Estado, y nos enfrentamos al peligroso juego de su modificación al margen de las normas que la misma prevé para tal fin; y eso no sólo es peligroso para la propia vigencia constitucional, sino para la propia existencia del Estado. Por ello el tema es lo suficientemente serio y comprometido como para que ZP no piense sólo en mantener su puesto como presidente a costa de pactar con sabe Dios quien, ERC por ejemplo. Es lo suficientemente importante como para por ejemplo adelantar las elecciones y someter a la decisión de los españoles quien quiere que les gobierne; es lo suficientemente serio para no jugar a las alianzas del llevarse bien con todo el mundo (menos con el PP), y por fin en un ataque de cordura (difícil en ZP) pegar un puñetazo en la mesa y dejarse de “caralladas” (permítaseme la expresión): Nación sólo hay una en España, la española, y las demás son aspiraciones feudales de nacionalistas trasnochados, que ¿por qué no? lo siguiente será que alguno pida ser virrey o, porque no, rey de un pequeño territorio.

Si no se ve capaz presidente: ¡ADELANTO ELECTORAL YA!