¡Muy preocupados! Este debe ser el estado en que nos encontremos los vigueses ante la Sentencia del Tribunal Supremo sobre el PXOM. En un Estado de Derecho en el que los actos administrativos (y el PXOM lo es) están sometidos a la tutela judicial ante la reclamación ciudadana. Es bueno, porque los Juzgados y Tribunales son garantía de un correcto funcionamiento del Estado, del respeto de la Ley, y supone que no puedan darse situaciones de arbitrariedad en las actividades administrativas. Pero es claro, que pese a que el alcalde de la ciudad ha sacado pecho de numerosas sentencias que avalaban (en sus propias palabras) el PXOM, se da el caso de que una sola sentencia Sentencia en VIGOE basta para declarar la nulidad radical de toda la actuación urbanística, con la situación de inseguridad jurídica que ello supone, con la paralización (casi segura) de proyectos nuevos en la ciudad, con la afección que para la ciudad va a tener una noticia de este calado, y de hecho es destacado hoy en los medios de comunicación. Y hay estriba precisamente el problema y a la vez el reto. La radiografía de las comparecencias políticas del día de hoy podrían ser predichas: PP, Marea atacando al alcalde, y éste defendiéndose. Como si lo viera.

           Personalmente creo, que no soy sospechoso de defender precisamente a Abel Caballero, más bien al contrario, pero opino que en un momento tan delicado como en el que nos hemos situado (aunque evidentemente el documento de planeamiento urbanístico no sea quizá el mejor para la ciudad, así el 29 de diciembre de 2007 voté junto con mi grupo en contra de su aprobación), estamos en un momento en que creo que TODOS debemos unirnos en la búsqueda de una solución para el plan de Vigo. Sinceramente conceptúo que debemos sumar fuerzas para sacar adelante lo antes posible una solución y para ello no sobran fuerzas y si faltan manos e ideas. Por ello las energías, que se gastarán en atacar políticamente, usémoslas en buscar técnica y jurídicamente una solución, y las administraciones también deben trabajar unidas en la búsqueda de una solución, porque al final no es por el beneficio cortoplacista de un proceso electoral, ni por el ego personal de fulanito o menganito, es por el bien de una ciudad, de Vigo que no puede retroceder de golpe al año 1993. Unamos esfuerzos y esta maravillosa ciudad nos lo agradecerá, sumemos esfuerzos por el presente y futuro de Vigo que será el personal de todos nosotros, rememos en la misma dirección para lograr alcanzar lo antes posible el buen puerto, en este caso de la seguridad jurídica para de esta forma traer inversiones y futuro a nosotros y nuestros descendientes.