Va a hacer un mes el día 2, en que en EEUU celebraban el conocido como Día de la Marmota con el que intentan predecir el día en que llegará el fin del invierno. Luego somos los españoles los que celebramos todo. Pero un día antes de que se cumpla el “mesario marmotil” llegará el conocido como Supermartes para la elección de los candidatos demócrata y republicano a la Casa Blanca, siendo éste el día en que más estados celebran esta fiesta de la democracia en los partidos que son las primarias. De lo último escasa tradición tenemos en esta nuestra España democrática y sería un buen ejercicio hacer algo de benchmarking.
Pero, que leches, en España no somos menos y en una concatenación casi perfecta unimos las 2 celebraciones yanquis, pasamos gracias al día de la marmota a un supermartes. A ver si soy capaz de explicarme: desde el día en que el presidente del gobierno acude al palacio de la Zarzuela el pasado 22 de enero declinando asumir el encargo de enfrentarse a la investidura hasta el próximo martes día 1 en que el candidato socialista acuda hemos pasado en esa suerte de concatenar. “Marmotear” al evitar la responsabilidad de acudir a la investidura renunciando siquiera a intentar encontrar apoyos, nos ha conducido irremediablemente a que el “avanzado” socialista haya tomado la iniciativa y acuda acompañado de la formación Ciudadanos a la sesión de investidura programada ad hoc para dar su comienzo con los albores vespertinos del mes de marzo, coincidiendo en el tiempo con el Supermartes americano, pero con muy distinta significación aunque en el fondo en ambos “SE BUSCA PRESIDENTE”.
En resumen, si en el día de la marmota Rajoy hubiese reaccionado de otra manera, quizá él fuera quien estaría ante la tesitura de la investidura, el que hubiese tomado la iniciativa de llegar a un documento programático con Ciudadanos, y tendríamos a cada uno de los actores retratados políticamente; personalmente sigo viendo un error haber seguido el camino de hibernar y de la indolencia, el camino de esperar a que los demás se maten, porque y ¿si no mueren? El resultado cara al electorado, y así lo oyes, -en familia, en la calle-, es que a los políticos solo les preocupan sus problemas, sus sillones y nada los problemas ciudadanos. O lo que viene siendo lo mismo de haberse sometido a la sesión de investidura que para eso fue el más votado, conoceríamos el plumero de cada quien, no de oídas y si de retrato personal en forma de voto parlamentario.
Por todo ello nos encontramos con que aquel día de la marmota, dará paso al supermartes: el 1 de marzo. Pero visto lo visto, y oído lo oído, tiene visos de convertirse en el fenecimiento político de algunos actuales actores, y rememorando, más que el supermartes yanqui, los IDUS de marzo romanos, el asesinato de Julio Cesar, y como decía Shakespeare en su obra Julio César en 1599 los citaba al escribir la famosa frase: «¡Cuídate de los idus de marzo!». E igual parafraseando al pixa Alfonso Guerra “El que se mueva no sale en la foto”.