Es curioso que se den circunstancias como la acontecida en el Pleno del Ayuntamiento de Vigo. Ayer hubo varias, pero me refiero en concreto al tema del Castro, no por el hecho de que un grupo minoritario en el Concello como es el BNG con 3 concejales saquen adelante una propuesta sobre un lugar emblemático de la ciudad como es El Castro, porque ello entra dentro del juego de las mayorías y minorías en una votación. Lo realmente curioso, o más bien grave es que ni el gobierno municipal, ni el único partido con posibilidades de lograr la alcaldía de la ciudad careciesen de una postura clara sobre el tema, que optasen por el camino fácil de “no me mojo”, me abstengo y que salga el sol por Antequera (como se dice en España). La equidistancia de la que he hablado alguna vez al final resulta un problema al generar confusión en la ciudadanía. La equidistancia política sobre los temas genera una gran brecha con la ciudadanía.
Al final la política va dirigida hacía las personas, parte de personas, afecta a personas y exige que esas personas tomen decisiones. Un gobierno que se precie, una alternativa de gobierno (que no es gobierno por un puñado de votos) deben tener una postura sobre un tema como es “El Castro” (y no expreso cual porque considero que debe existir un estudio riguroso en muchos aspectos). Por falta de tiempo (sobre todo para el gobierno) no fue, máxime cuando si el pleno fue el día 28 de octubre, la moción tuvo por reglamento (de no ser de urgencia, que no lo fue pues salió publicado en los medios la pasada semana) que ser presentada sobre el 16 de octubre para ir a Comisiones Informativas el 21 y llevada a pleno el antedicho 28. Por días desde luego no parece que fuese para su estudio, y decisión de un voto, por lo que solamente caben las otras dos posibilidades la desidia o el jugar al desgaste del rival. Uno u otro caso no es admisible. Claro que como viene siendo habitual con las mociones aprobadas en el pleno del Ayuntamiento de Vigo ésta caerá en el cajón de los incumplimientos abelianos, uno más que no importa. Pero debería hacernos reflexionar a todos ¿es el camino correcto? ¿se puede ganar un partido por 3 a 24? A esto evidentemente NO, ahora que si por inasistencia de los rivales que por cierto en fútbol se decide por un 3-0 ¿habrán pensado en ello nuestros representantes? Vigo necesita un cambio, es evidente, necesita dirección de la orquesta que formamos todos los vigueses, no puede ser que los músicos elegidos para dirigirnos incomparezcan intelectualmente hablando en masa.