Llegó el temido día 21 de diciembre, víspera de la Lotería y a las puertas de la Navidad, y el panorama que se dibuja es realmente preocupante, pero en Democracia es lo que ha querido la ciudadanía. Pero como todo en la vida al final acabará saliendo el sol. Vivimos pues un momento trascendente, y solo se me ocurre un ejemplo, un símil, para ver cómo se debe afrontar lo que viene encima. Un país tan futbolero como es éste, debe tener en sus políticos el mismo espíritu deportivo que inspira el fútbol o el baloncesto: España precisa que los distintos políticos olviden la camiseta del equipo en casa y se enfunden la camiseta de la selección nacional, que abandonen las reyertas de los diferentes equipos en la competición local, y que todos juntos trabajen por llevar la selección que representa todo el país a un buen futuro, porque siéndolo para ellos lo será para todos.
Igual que cuando Piqué va a la selección (a pesar de los pensamientos y acciones del personaje) todos trabajan en lo mismo, ¿no nos merecemos políticamente lo mismo? Señores, dejen la camiseta del equipo en casa y salgan al campo a defender a este País España. Se lo demandamos los ciudadanos. Se hizo en el año 1978 para lograr aprobar una Constitución para todos los españoles, ¿por qué no se puede volver a hacer? Solo exige altura de miras, generosidad y trabajar todos por un solo objetivo. No hay tradición pero siempre se puede empezar, como decía Machado caminante no hay camino, se hace camino al andar…