Es un pájaro, es un avión, ¡no! es el “ocurrente”. Hasta 8 fórmulas se le ocurren para solventar el intento soberanista y tendente a la secesión del proyecto de Estatuto catalán. ¡Increíble!. Yo que por tener la fortuna de ser padre he de tragarme algunos programas infantiles le diría al presidente de la nación española (aunque le pese y nos pese) que escuche el chascarrillo que canta una dulce jovenzuela llamada Tatiana a los niños: “armario mágico, armario mágico dame una pista para ser un artista”…. en este caso puede cambiar la última palabra por nacionalista y ya se producirá la conversión total de ZP el mago de la Constitución.
A mi, sin embargo, no se me ocurren 8 fórmulas para que Cataluña encaje su Estatuto, si no sólo 1, debe ser que por no ser socialista carezco de imaginación (digo yo), pero hay una fórmula clara, limpia, sencilla, y porque no decirlo la mejor: respetar la Carta Magna del año 78, respetar el consenso de los españoles y por tanto reconocer en el estatuto o “estatut” la verdadera identidad de Cataluña, la que reconoce el artículo 2 de la norma fundamental que es la Constitución: “Cataluña es un nacionalidad histórica tal y como reconoce la Constitución Española”. De esa forma no habría problema, no harían falta 8 soluciones, ni 9, ni 25, sólo hace falta coherencia, respeto a la legalidad vigente y valentía política. ¿Acaso el presidente del gobierno carece de estas virtudes tan sencillas?. Esperemos que no.