Hablaba con un amigo esta tarde y hacíamos repaso de las “promesas” de Abel Caballero, transformadas en incumplimientos con su gobierno bipartito en el anterior mandato y con el actual gobierno. No hace falta hablar de la Carta de Municipalidad, ni siquiera del AVE en el 2012, ni del cartel del pleno empleo en la puerta del Concello, ni de muchas otras cosas. ¿Qué pasó por ejemplo con el autobús eléctrico del Casco Vello que tanto nos costó? ¿Qué ha pasado con el camión de bomberos que los propios bomberos llamaban “troncomóvil” y que llegaba a los 55 metros de altura, y que costó un pastón (solo costó + de 550.000€), dónde está? Pero hubo muchas más promesas entre pianos, violines u otros instrumentos que amenizaban las inauguraciones de D. Abel Ramón, y de las que entre sus palmeros fui testigo de excepción.

En el año 2009 prometió un plan de aparcamientos, en concreto 11, destinados mayoritariamente para residentes, un plan que dijo que estaba muy avanzado y varios de los emplazamientos fueron dados a conocer, concretamente los de la Travesía de Vigo, Bouzas, Balaídos, Teis, Coia y el entorno del parque de Castrelos. ¿Alguien ha visto alguno de ellos? No, ninguno ha sido ni siquiera proyectado una promesa más a unir al bosque de grúas que iba a inundar esta ciudad o a las 6.000 viviendas protegidas, o al desarrollo de la Plaza de España, o todas esas promesas que alguna vez nos dedicó y que nunca jamás concretó ni concretará. Mucha maqueta, demasiada moqueta, ningún expediente y por lo que dicen algunos denunciantes muchos enchufados, en esto se traduce la gestión del socialista Caballero.