Oír las últimas propuestas de Pedro Sanchez te da idea de lo perdido que se encuentra, de la deriva hacia lo desconocido que ha emprendido, o mejor dicho hace emprender al socialismo español. ¿Reformar la Constitución? Es una posibilidad, pero lo cierto es que hasta la fecha no tenemos sobre la mesa ni siquiera un boceto de lo que exactamente se pretende. ¿Estado Federal? De veras una reforma tan importante ¿ se sustenta sobre una sola pata a modo de taburete? ¿No corre riesgo de desmoronarse como un flan? Lo serio sería una propuesta base en la que indiquen exactamente si se pretende un retoque, una nueva Constitución y evidentemente el alcance que tendría para los españoles. Hasta ahí el terreno puede ser más o menos firme, discutible o no, pero se puede disertar sobre el tema.
Ahora bien, han traspasado el limite del sentido común para entrar en el “desbarre” más absoluto (y ¿absurdo?). La co-capitalidad de España Madrid-Barcelona, el Senado en Barcelona, ocurrencias a gogó… Ya puestos a innovar, ¿por qué no trasladar la capital a todos y cada uno de los 8118 Ayuntamientos españoles, por agradar a todos?; por qué no poner el Senado en Barcelona, el Tribunal Supremo en Bilbao, el Constitucional en Sevilla, el Palacio de la Zarzuela en Vigo, y el Banco de España ¿quién se lo pide? Lo digo muchas veces pero mi abuelo siempre me decía “o falar non ten cancelas”, pero los brindis al sol u ocurrencias matutinas ni puertas ni sentido tienen.
La última del moderno Sánchez con el artículo 135 de la Constitución, ese que se modificó con Zapatero y que trajo el principio de estabilidad presupuestaria a la Carta Magna y que puso en el máximo rango legal la “responsabilidad” de los gobiernos con el uso del dinero de todos. Por cierto el en su día voto si, y hoy Zapatero esbozando una sonrisa, o casi descojonándose, se le caía el arco de la ceja. Lo peor de las ocurrencias Sanchez y cía es que intentando ser más podemos que los Iglesianos están desdibujando un partido que con sus más y sus menos han tenido un sentido de la responsabilidad, un sentido de Estado, que se ve desdibujado o cuasi perdido. Y en esta brainstorming, esta tormenta de ideas, socialistas me pregunto como gallego y vigués a nosotros ¿qué nos va a tocar?.