Por fin algo de sinceridad por parte del presidente del gobierno, aunque la misma fuese provocada por la falta de cuidado en la comprobación del estado en off de los micrófonos. Pero menos mal, por fin descubrimos el verdadero talante del Sr. Rodríguez Zapatero, porque aunque todos creo lo sospechábamos, nos faltaba aquella confirmación de fuentes solventes, y que mayor solvencia que el reconocimiento del propio interesado.
Aun me acuerdo que viajaba en coche de Salamanca a mi ciudad cuando sorprendentemente el amigo ZP se convertía “como fuera” en secretario general de los socialistas, ganando exiguamente al reconvertido a la causa Bono, e imagino que en aquella conversación entre el escudero Blanco y el propio ZP este segundo le diría: “Pepe, esto hay que ganarlo como sea”. ¿Qué es lo que haría?.
Otra momento que podemos calificar de “como sea” fue el de las elecciones generales del 2004, tras la primera reacción el día 11 de marzo todos vimos como ante la posibilidad de sacarle rédito político el sr. ZP y su equipo dijeron aquello de vamos a ganar las elecciones “como sea” y así aconteció todo lo que aconteció el día 13 de marzo con los ataques a las sedes del PP, con los insultos y agresiones, etc. Como sea el sr. Rodríguez prefirió sacarle rédito personal al mayor atentado de la historia de España que ponerse codo con codo con el gobierno de entonces.
Tercer momento “como sea” la investidura como presidente de gobierno. Porque elijo este momento, pues por una única razón porque el ahora presidente no pactó un programa de gobierno con sus apoyos parlamentarios, no introdujo la luz y taquígrafos en lo que debiera ser un proyecto para España, si no que tiró para adelante “como fuera” con el único ánimo de llegar a la Moncloa sin preocuparse ni ocuparse de sentar las bases de un programa o proyecto político para nuestra maltrecha Nación.
En cuarta posición, y seguro que se me olvida alguno anterior, situaría el estatuto o estatut catalán, pues cuando estaba hundido resucitó, cuando nadie daba un duro o “pela” por él llego el Sr. Rodríguez y dijo: tiene que haber estatuto “como sea”, y así fue, reuniones secretas, cesiones más allá de la Constitución, pero como fuera llegó el proyecto estatutario al Congreso de los Diputados.
Y la verdad es que podría continuar en este periplo por el “como sea” pero para muestra un botón, y para reconocer la falta de talento del talante no hace falta más, pues sólo se ha demostrado que estamos dirigidos por la improvisación y el salto de mata, lo cual no vislumbra un futuro muy halagüeño. Menos mal que se acerca la Navidad y “como sea” lo vamos a intentar pasar bien.
Aun me acuerdo que viajaba en coche de Salamanca a mi ciudad cuando sorprendentemente el amigo ZP se convertía “como fuera” en secretario general de los socialistas, ganando exiguamente al reconvertido a la causa Bono, e imagino que en aquella conversación entre el escudero Blanco y el propio ZP este segundo le diría: “Pepe, esto hay que ganarlo como sea”. ¿Qué es lo que haría?.
Otra momento que podemos calificar de “como sea” fue el de las elecciones generales del 2004, tras la primera reacción el día 11 de marzo todos vimos como ante la posibilidad de sacarle rédito político el sr. ZP y su equipo dijeron aquello de vamos a ganar las elecciones “como sea” y así aconteció todo lo que aconteció el día 13 de marzo con los ataques a las sedes del PP, con los insultos y agresiones, etc. Como sea el sr. Rodríguez prefirió sacarle rédito personal al mayor atentado de la historia de España que ponerse codo con codo con el gobierno de entonces.
Tercer momento “como sea” la investidura como presidente de gobierno. Porque elijo este momento, pues por una única razón porque el ahora presidente no pactó un programa de gobierno con sus apoyos parlamentarios, no introdujo la luz y taquígrafos en lo que debiera ser un proyecto para España, si no que tiró para adelante “como fuera” con el único ánimo de llegar a la Moncloa sin preocuparse ni ocuparse de sentar las bases de un programa o proyecto político para nuestra maltrecha Nación.
En cuarta posición, y seguro que se me olvida alguno anterior, situaría el estatuto o estatut catalán, pues cuando estaba hundido resucitó, cuando nadie daba un duro o “pela” por él llego el Sr. Rodríguez y dijo: tiene que haber estatuto “como sea”, y así fue, reuniones secretas, cesiones más allá de la Constitución, pero como fuera llegó el proyecto estatutario al Congreso de los Diputados.
Y la verdad es que podría continuar en este periplo por el “como sea” pero para muestra un botón, y para reconocer la falta de talento del talante no hace falta más, pues sólo se ha demostrado que estamos dirigidos por la improvisación y el salto de mata, lo cual no vislumbra un futuro muy halagüeño. Menos mal que se acerca la Navidad y “como sea” lo vamos a intentar pasar bien.