El BNG en VIGO, al igual que en el resto de la Comunidad se encuentra totalmente desnortado. Primero apoyaron a Abel Caballero en su investidura como alcalde pese a no reeditar (al menos en la teoría el pacto de gobierno); después apoyan en los plenos constantemente a D. Abel, ordenanzas incluidas; hace pocos días apoyaron el presupuesto (teóricamente verdadero proyecto del gobierno); y ahora lo vuelven a apoyar anunciando que para ellos está bien el boicot al nuevo hospital público de la ciudad y por tanto son cómplices en el incumplimiento de un convenio firmado en su día entre la Xunta bipartita y el Concello de Vigo, y criticando la Ley de Área Metropolitana de Vigo a pesar de contener más del 40% de sus enmiendas. Antes al menos existía una ventaja respecto a la situación actual. ¿La ventaja del gobierno de 2007/2011?: es que al menos teníamos luz y taquígrafos. Firmaron PSOE-BNG un documento -que por cierto incumplieron-, pero al menos la ciudadanía era conocedora de su hoja de ruta; ahora un halo de oscurantismo peligroso se adueña de la política local, porque ambas formaciones hacen política no en interés ciudadano sino en interés partidista y de poder. Yo le pediría a ambos partidos que saquen a la luz su hoja de ruta, el BNG lleva vendiendo sus 3 votos (el PSOE los compra) desde el inicio de mandato, y la ciudadanía quiere, reclama e incluso exige transparencia. ¿A qué precio llegan a este acuerdo que les lleva a la connivencia cada dos por tres en los temas que afectan a la ciudad? Ustedes en el anterior mandato presumieron de haber aprobado 4 presupuestos, presumieron de equilibrio territorial, presumieron de muchas cosas que a la hora de la verdad ustedes ignoran en una simple operación de maquillaje. En su día hablaron de un Vigo igualitario entre barrios, centro y parroquias y ahora en el presupuesto aprobado en el pleno se cargan una partida de casi 2 millones de euros dirigida a las parroquias y barrios de nuestra ciudad por mantener la alcaldía. Señor Caballero  ha vendido usted a la ciudad, ha traicionado a los vigueses y a las viguesas, no por 30 monedas como hiciera en su día Judas Iscariote, si no por 3 votos, por los 3 votos que le hacen falta para mantenerse en el poder. Debería reflexionar, y con usted también el BNG: si Vigo ¿merece el coste de unas políticas ocultas?, porque no generan empleo sino desempleo, de unas políticas que no generan confianza sino desconfianza, de unas políticas que no generan igualdad, sino desigualdad, y en definitiva de unas políticas ancladas en el pasado y que no buscan el futuro que Vigo precisa. Y la última apoyar a Caballero en su nueva actuación «rebelde sin causa», «incumplidor enfermizo», «grotesco alcalde», gracias a los 3. Luz, taquígrafos, papeles. Los ciudadanos les exigimos eso, no oscurantismo, ni secretismo, ni pactos ocultos. Ya lo hicieron e incumplieron, ahora tenemos derecho a saber hasta donde nos quieren conducir en su complicidad contra Vigo y por ende contra los intereses ciudadanos.