Oigo algunas cosas que ponen los pelos de punta, que me llevan a concluir que algunos de los dirigentes políticos actuales no han sido conscientes de los resultados electorales habidos hace 3 meses, que no han querido asumir su cota de responsabilidad y han preferido una vez más mirar hacia otro lado, por una razón lógica (desde su punto de vista) su único interés en conservar la silla y a ella se aferran como gato colgado de la ventana. ¿No se han enterado? Sin duda que lo han hecho, pero prefieren mirar para otro lado y hacerse los tontos, por ello ninguno ha tenido el coraje político, la valentía de asumir responsabilidades personales y prefieren: o bien pasar la pelota a otros, o como en el rugby dar una patada a seguir y alargar los problemas hasta que se celebren unos congresos que no tienen aún fecha clara. Mientras miran para otro lado y hacen grandilocuentes, pero vacíos discursos (por repetitivos, por volver a redundar que harán lo que ya dijeron y no hicieron) la sangría en el partido continúa, la pérdida de afiliados, pero sobre todo de simpatizantes y/o votantes que no nos engañemos, no están silentes, y si los pierdes difícil será volver a recuperar su confianza.
Cada vez que escucho en la calle o en los medios de comunicación hablar de la “sociedad civil” como algo distinto de los políticos me preocupa, y lo hace porque yo como abogado y político no me considero ajeno a esa sociedad civil sino miembro de la misma. Pero lo cierto es que algunos, abducidos sin duda por su pensamiento de “casta” se consideran forasteros, se ven como una casta, se protegen e impulsan de entre ellos, viendo como advenedizos a aquellos con aspiraciones en un determinado partido, aquellos con vocación de servir. Es preocupante porque gran parte del problema de la existencia de corrupción en torno a los partidos políticos y a la propia política en si porque solo la endogamia de los partidos alimenta las personas que asumen los diversos puestos y así observamos currículos de cargos y más cargos con un auténtico cambio de cromos y como, es difícil ver a personas ajenas a esos círculos entrando en los mismos, porque los poseedores de esos cromos, los que tienen la creencia de ser los “puros” los “pata negra” del partido se encargan de repartirse el pastel impidiendo que afiliados ajenos a sus círculos se introduzcan en los mismos, y a los que meten son aquellos más sumisos y adeptos al afirmar sin pensar, sin replantearse nada y sin cuestionarse lo más mínimo, no vaya a ser.
Si los partidos no abren las puertas, las ventanas, airean sus cuadros y se acepta que conforme a la Constitución tienen que funcionar democráticamente, será la propia Democracia la que se resienta y lo que es peor los ciudadanos daremos la espalda a la política y a los partidos y triunfará el primer iluminado que aparezca por la puerta (como por otro lado históricamente ya ha sucedido aunque no queramos aprender de la historia). A los que piensan en esta casta les diría dos cosas: las “CASTAS” para los hindús, los “PATA NEGRA” para los jamones y los “CROMOS”, los cromos dejémoslos para los niños y solo para ellos. DEMOCRACIA, POLÍTICA Y LIBERTAD.